Las murallas de Jerusalen se levantaban imponentes frente a sus asaltantes, frente a ellas, terreno abrupto que dificulta el avance, y el valle de Kidrón representado por el rio, terreno dificil que enlentecería a las tropas frente a las almenas atestadas de arqueros y honderos prestos a lanzar una lluvia de muerte sobre las legiones.
Vespasiano despliega sus tropas frente a las murallas y la Puerta Este, con los escorpiones en las alas y eb altura , sobre monte, desde el que alcanzan practicamente todas las murallas.
Los escorpiones romanos, maquinas pequeñas, era la arma más terrible, muy fácil de manejar, lanzaba proyectiles de hierro fino a distancias de 400 metros. Los Legio Scorpio eran los legionarios que las manejaban. Fueron usados por primera vez en el asedio de Avarico, durante las campañas de Julio César. Desde ese momento, cada legión contaba con al menos 40 o 50 legionarios escorpiones.
Entre las tropas desplegadas y preparadas la maquinaria de asedio romana, la torre de asalto y el ariete, dispuestos a lanzarse contra las murallas cuando lo mande su comandante.
Justo en un tramo frente al monte de los olivos, se encuentra una llanura despejada frente a la puerta de la ciudad, parece el lugar lógico para iniciar por ahí el ataque.
Despliegue romano frente al monte de los olivos con el ariete preparado para avanzar cuando lo ordene Vespasiano.
Los hebreos observan desde sus murallas el despliegue romano y preparan sus flechas y piedras para lanzarlos contra los romanos en cuanto estos se pongan a tiro.
La mayor preocupación de los hebreos son la maquinaria de asedio romana que se despliega frente a ellos.
Honderos y arqueros se preparan.
Vespasiano esta ansioso, sabe que los ojos de Neron estan puestos sobre él, que ha sido "recuperado" de su exilio, por haberse dormido en una de las "actuaciones" del emperador, para hacerse cargo de esta campaña de castigo.
Vista de los escorpiones que lanzan sus dardos sobre las murallas.
Vespasiano lanza a su flanco derecho hacia la sección central despejada de la muralla, quizas en su primer error estratégico, sin esperar a castigar suficientemente con los escorpiones a los defensores de las almenas.
En este flanco se encuentra la elite de sus legiones, la primera cohorte formada por las tropas más veteranas y curtidas.
Vespasiano les asigna a estas tropas veteranas la torre de asalto y avanza con ellos para infundirles con su presencia moral de combate.
La torre de asalto avanza lenta pero inexorablemente hacia las murallas, los defensores lanzan flechas incendiarias contra la torre, pero la protección de la misma confeccionada con cuero húmedo surte su efecto y la protege en su avance.
Los legionarios de la torre de asalto se preparan para lanzar sus pila contra los defensores de las almenas en cuanto se pongan a tiro.
El comandante judío coloca a las tres unidades de zelotes tras las puertas y la sección de muralla más desprotegidas, preparados para morir antes de ver hollado su templo sagrado por los pies romanos.
La torre de asalto por fín llega a las murallas, despliega su pontón y los legionarios de la primera cohorte se lanza contra los defensores de la muralla, mientras los auxiliares ligeros avanzan protegidos por los pavés para ostigar a los hebreos, intentando dificultar su defensa. El propio Vespasiano avanza protegido por la torre infundiendo animo a los asaltantes.
En el primer ataque los romanos diezman a la unidad auxiliar hebrea que se les enfrenta pero no consiguen eliminarla.
Posteriormente consiguen eliminar a la unidad hebrea, primer estandarte de victoria, y despejan esa sección de las almenas.
El comandante hebreo lanza a una de las unidades zelotes a tapar la brecha abierta en sus murallas intentando contener el empuje romano.
Los judios consiguen eliminar a la primera unidad de la primera cohorte que tomo sus murallas. Vespasiano se ve obligado a mandar a la seguna unidad a la torre, mientras que con otra unidad del resto de cohortes menos veteranas se lanzan contra la puerta.
La unidad de zelotes judia es eliminada por la segunda unidad de la primera cohorte, pero esta también cae en el combate reñido que se da en las murallas. Dos estandartes de victoria por bando, pero los romanos han perdido a su unidad de elite.
El mismo Vespasiano con ardor se lanza a la muralla con una unidad media intentando con su empuje desequilibrar el combate.
En un primer momento la unidad de zelotes de la izquierda hebrea se ha de refugiar en el templo por el empuje de la unidad romana acompañada por Vespasiano, pero ahora se halla inmersa en la linea judía y rodeada por todos sus flancos.
Los zelotes azuzados por su general y por la posibilidad de matar o capturar al comandante enemigo se lanzan con entusiasmo contra este.
Consiguen eliminar a la unidad legionaria y herir al propio comandante romano que ha de retirarse del campo de batalla, dos estandartes más para los judios, que se ponen cuatro a dos, seis estandartes dan la victoria.
El segúndo al mando el tribuno Cestius intenta reconducir la situación lanzando el ala izquierda romana contra las murallas, les arenga clamando venganza por la sangre derramada de su comandante en jefe.
Los romanos lanzan las escalas y se lanzan a una lucha frenética contra los defensores de las almenas.
Ambos bandos sufren tremendas pérdidas en los combates, pero los romanos se imponen.
Limpian las murallas de enemigos y se hacen con tres estandartes de las tres unidades enemigas abatidas en las murallas. Cinco estandartes a favor de los romanos por cuatro a favor de los hebreos, el equilibrio muestra lo encarnizado del combate.
Los hebreos del flanco derecho romano atacan desde las murallas a la unidad romana más desprotegida, la eliminan e igualan el marcador de la batalla a cinco estandartes de victoria, seis estandartes dan la victoria total en la batalla, victoria que parece al alcance de cualquiera de los dos bandos.
El comandante romano decide jugarsela el todo por el todo avanzando con su ultima unidad de legionarios a las murallas mientras él se queda expuesto en primera linea, pero apoyando con su presencia a esta unidad
expuesta.
La unidad de legionarios en su ataque redece a la mitad los efectivos de la unidad hebrea pero no consigue eliminarla y alcanzar la victoria. En el contraataque judío, estos consiguen eliminar a la unidad romana, con lo que obtienen su sexto estandarte y la victoria total.
El primer asalto a Jerusalen ha sido un fracaso, los romanos con graves pérdidas y Vespasiano gravemente herido recapacitan sobre la batalla. Demasiada impetuosidad, los escorpiones debieron limpiar más las almenas de enemigos antes de lanzarse al ataque, pero las lecciones se aprenden a costa de sangre y el segundo asalto se perfila en el horizonte. ¿ cómo se terminara saldando este seguno intento ?. Lo veremos ...
IMPRESIONANTE RECREACION HISTORICA DE MI AMIGO FRAN, QUE MIS HIJOS FRAN Y QUIQUE DISFRUTARON DE LO LINDO. LA CLAVE DE LA VICTORIA JUDIA EL ATAQUE FANATICO Y VALIENTE DE LOS ZELOTES PARA TAPAR LAS BRECHAS QUE ABRIAN LOS ROMANOS.
ResponderEliminarY otra clave la inacción de los escorpiones que tendrían que haber limpiado las murallas lo más posible antes el avance de las legiones.
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