Tito y el asedio de Jerusalen en la Wikipedia

Tito Flavio Sabino Vespasiano,[1] comúnmente conocido con el nombre de Tito (30 de diciembre de 39 - 13 de septiembre de 81) fue emperador del Imperio romano desde el año 79 hasta su muerte, en 81. A su ascenso al trono se convirtió en el segundo emperador perteneciente a la dinastía Flavia, familia romana que gobernó sobre el Imperio entre los años 69 y 96; dicha estirpe integró los reinados de su padre, Vespasiano (69 - 79), el suyo propio (79 - 81) y el de su hermano, Domiciano (81 - 96).
Antes de ser proclamado emperador alcanzó renombre como comandante militar al servir a las órdenes de su padre en Judea, durante el conflicto conocido como la Primera Guerra Judeo-Romana (67 - 70). Esta campaña sufrió una breve pausa tras la muerte del emperador Nerón (9 de junio de 68), cuando su padre fue proclamado emperador por sus tropas (21 de diciembre de 69). En este punto, Vespasiano inició su participación en el conflicto civil que asoló al Imperio durante el año de su nombramiento como emperador, conocido como el año de los cuatro emperadores. Tras dicho nombramiento recayó sobre Tito la responsabilidad de acabar con los judíos sediciosos, tarea que realizó de forma satisfactoria tras sitiar y destruir Jerusalén (70), cuyo templo fue destruido en el incendio. Su victoria fue recompensada con un triunfo y conmemorada con la construcción del Arco de Tito.
Bajo el reinado de su padre, Tito cosechó recelos entre los ciudadanos de Roma debido a su servicio como prefecto del cuerpo de guardaespaldas del emperador, conocido como la Guardia Pretoriana, y también debido a su intolerable relación con la reina Berenice de Cilicia. A pesar de estas faltas a la moral romana, Tito gobernó con gran popularidad tras la muerte de Vespasiano el 23 de junio de 79 d. C. y es considerado como un buen emperador por Suetonio y otros historiadores contemporáneos.
Lo más importante de su reinado fue su programa de construcción de edificios públicos en Roma (Tito finalizó el anfiteatro Flavio, conocido comúnmente como el Coliseo). La enorme popularidad de Tito también se debió a su gran generosidad con las víctimas de los desastres que sufrió el Imperio durante su breve reinado, la erupción del Vesubio en el año 79 d. C. y el incendio de Roma de 80 d. C. Tras dos años en el cargo, Tito falleció a causa de unas fiebres, el 13 de septiembre de 81 d. C. La gran popularidad de Tito hizo que el Senado lo deificara. Tito fue sucedido por su hermano menor, Domiciano.

Contenido


Juventud

Tito nació en Roma, hijo mayor de Tito Flavio Vespasiano y Domitilla la Mayor.[2] Tito tuvo una hermana llamada Domitilla la Menor y un hermano, llamado Tito Flavio Domiciano, aunque conocido comúnmente con el nombre de Domiciano.
Las décadas de guerra civil durante el siglo I a. C. habían contribuido enormemente al fallecimiento de la vieja aristocracia de Roma, que fue gradualmente sustituida en el poder por una nueva nobleza provincial durante la primera parte del siglo I.[3] La familia Flavia surgió de la oscuridad bajo la Dinastía Julio-Claudia, adquiriendo la riqueza e influencia necesarias para llegar al poder. El bisabuelo de Tito, Tito Flavio Petro, sirvió como centurión a las órdenes de Cneo Pompeyo Magno durante la Segunda Guerra Civil de la República de Roma. Su carrera militar terminó cuando Pompeyo sufrió una derrota aplastante a manos de Julio César en la Batalla de Farsalia (48 a. C.).[4]
Sin embargo, Petro logró mejorar su situación casándose con una Tértula sumamente rica, cuya fortuna garantizó el ascenso del hijo de ambos, Tito Flavio Sabino I, el abuelo de Tito.[5] El mismo Sabino amasó una gran riqueza como recaudador de impuestos en Asia y como banquero en Helvecia. Casándose con Vespasia Polión se alió con una de las familias patricias de mayor abolengo aristocrático. La riqueza y el linaje de Vespasia Polión y Tito Flavio Sabino I garantizaron el ascenso de sus hijos, Vespasiano y Tito Flavio Sabino II, al rango senatorial.[5]
La carrera política de Vespasiano incluyó los cargos de Tito en el foro Kabul cuestor, edil, pretor, y culminó con un consulado en el 51 d. C., el año en que nació Domiciano. Vespasiano ganó una gran fama militar gracias a su servicio en la invasión de Britania en el 43.[6] Lo poco que se sabe de la juventud de Tito nos ha llegado a través de los escritos de Suetonio. El historiador nos relata que el futuro emperador fue criado en la corte imperial junto a Británico,[7] el hijo de emperador Claudio, que sería asesinado por Nerón en el año 55 d. C. Pocos detalles sobre su educación nos han llegado, pero al parecer mostró pronto una gran inclinación por las artes militares, era un poeta experto y un gran orador tanto en griego como en latín.[8]

Carrera militar

Tito sirvió como tribuno militar en Germania entre el 57 d. C. y el 59 d. C. y en Britania (60 d. C.) llegando con los refuerzos necesarios tras la revuelta de Boudica. En el 63 d. C. regresó a Roma y se casó con Arrecina Tértula, hija de un antiguo prefecto de la Guardia Pretoriana. La mujer de Tito murió en el 65 d. C.[9] y éste tomó una nueva mujer llamada Marcia Funilla que pertenecía a una familia aristocrática. No obstante esta familia estaba dispuesta a unirse a la oposición al Emperador Nerón. Su tío Quinto Marcio Barea Sorano y su hija Servilia fallecieron tras la fracasada conspiración de Cayo Calpurnio Pisón en el 65 d. C.[10] Algunos historiadores modernos teorizan que Tito se divorció de su esposa debido a la conexión de su familia con la conspiración.[11] [12] No volvió a casarse de nuevo. Tito parece haber tenido muchas hijas,[13] siendo al menos una de ellas de Marcia Furnila.[14] La única que llegó a la edad adulta fue Julia Flavia, que pudo ser hija de Arrecina, ya que la madre de ésta también se llamaba Julia.[15] Durante este periodo Tito se dedicó a la justicia, siendo cuestor.[14]

Campaña de Judea

Artículo principal: Primera Guerra Judeo-Romana
Provincia de Judea durante el Siglo I d. C.
En el 66 d. C. los judíos de la Provincia de Judea se rebelaron contra el Imperio romano. Cestio Galo, el gobernador de Siria, fue derrotado en la batalla de Beth-Horon y forzado a retirarse de Jerusalén.[16] El rey pro-romano Herodes Agripa II y su hermana Berenice huyeron a la región de Galilea. Nerón designó a Vespasiano para aplastar la rebelión, éste marchó inmediatamente a la región con la V y X legiones.[17] Vespasiano se unió a Tito y a la XV legión en Acre.[18] Con una fuerza de 60.000 soldados profesionales, los romanos se dispusieron a barrer la rebelión a través de Galilea y marchar sobre Jerusalén.[18]
La Guerra fue cubierta al detalle por el historiador judío-romano Flavio Josefo en su trabajo La guerra de los judíos. Josefo sirvió como comandante en la defensa de la ciudad de Jotapata cuando el ejército romano invadió Galilea en el 67 d. C. Tras un duro sitio de 47 días, la ciudad cayó, dejando aproximadamente 40.000 prisioneros que fueron asesinados, mientras el resto de los resistentes se habían suicidado.[19] El propio Josefo se rindió a Vespasiano que lo liberó al observar su inteligencia.[20] Durante el 68 d. C. toda la costa y el norte de Judea cayó bajo el control romano. Esta expedición sirvió para que Tito se distinguiera como un general experto.[14] [21]

Año de los cuatro emperadores

Artículo principal: Año de los cuatro emperadores
Mapa del Imperio romano durante el Año de los cuatro emperadores (69 d. C.). Las áreas azules eran provincias leales a Vespasiano.
La última y más importante fortaleza que resistía era la ciudad judía de Jerusalén. Sin embargo la campaña sufrió una pausa cuando llegaron noticias desde Roma de la muerte del emperador Nerón y del nombramiento por el Senado como su sucesor a Galba.[22] Vespasiano decidió envíar a Tito a presentar sus respetos al nuevo princeps.[23] Sin embargo cuando Tito se aproximaba a la ciudad recibió noticias de la muerte de Galba y del nombramiento de Otón como su sucesor además de la marcha hacia Roma desde Germania de Vitelio. No queriendo arriesgarse a ser capturado por ninguno de los dos bandos, Tito canceló el viaje y volvió a unirse a su padre en Judea.[24]
Mientras tanto, Otón había sido derrotado en la batalla de Bedriacum y se suicidó de una manera tan noble que emocionó a Roma.[25] Cuando llegaron noticias a los ejércitos de Judea y Egipto, estos decidieron pasar a la acción y nombraron emperador a Vespasiano el 1 de julio del 69 d. C.[26] Vespasiano aceptó, y mediante intensas negociaciones llevadas por Tito, se unió al gobernador de Siria, Cayo Licinio Muciano, formando una fuerza imponente en el este.[27] Esta fuerza marchó hacia Roma liderada por Muciano, mientras Vespasiano se dirigió a Alejandría dejando a Tito al mando para que acabara con la rebelión.[28] [29] A finales del 69 d. C. las tropas de Vitelio fueron derrotadas y el Senado declaró emperador a Vespasiano el 21 de diciembre finalizando de este modo el Año de los cuatro emperadores.[30]

Sitio de Jerusalén

Artículo principal: Sitio de Jerusalén (70)
Destrucción del Templo de Jerusalén, Francesco Hayez (1867).
Mientras tanto los judíos se hallaban envueltos en un conflicto civil entre ellos, dividiendo la resistencia entre los sicarios, liderados por Simón Bar Giora y los fanáticos conducidos por Juan de Giscala.[31] Tito aprovechó entonces la oportunidad de comenzar el asalto sobre Jerusalén. Al ejército romano se unió la XII Legión, que había sido derrotada bajo el mando de Cestio Galo. Desde Alejandría Vespasiano envío a Tiberio Julio Alejandro para que actuara como segundo de Tito.[32] Tito rodeó la ciudad al mando de tres legiones (V, XII y XV) sobre el lado occidental y envió a la (X) sobre el Monte de los Olivos al este. Tito cortó los alimentos y el agua a la ciudad, después permitió la entrada de algunos judíos para celebrar la Pascua negándoles después la salida. El ejército romano era acosado continuamente por los judíos y en una ocasión estos casi capturaron a Tito.[33]
Tras los intentos de Josefo de negociar una rendición, los romanos reanudaron las hostilidades y destrozaron rápidamente las primeras fases de la muralla.[34] Para intimidar a la resistencia, Tito crucificó a los desertores del lado judío alrededor de las murallas.[35] En este punto los judíos estaban a punto de rendirse a causa del hambre y los romanos aprovecharon la debilidad del enemigo para irrumpir en la ciudad tras romper la última fase de la muralla.[36] Los romanos penetraron en la ciudad, capturaron la Fortaleza Antonia e iniciaron un asalto frontal sobre el Templo.[37] Según Josefo, Tito había ordenado que el Templo no fuera destruido,[38] sin embargo durante la batalla por la ciudad un soldado lanzó una antorcha al interior del Templo y este ardió rápidamente.[39] El cronista cristiano Sulpicio Severo sin embargo afirma que Tito ordenó la destrucción del Templo.[40] Fuera lo que fuese, el Templo fue totalmente destruido y la ciudad fue saqueada, tras lo cual los soldados le proclamaron Imperator en el campo de batalla.[41] Según Josefo 1.100.000 personas fueron asesinadas durante el sitio, de estos la mayoría eran judíos.[42] Fuentes antiguas informan de que 97.000 personas fueron capturadas y esclavizadas, incluyendo a Simon Bar Giora y Juan de Giscala.[42] Muchos escaparon a lugares próximos al Mediterráneo. Al parecer Tito se negó a aceptar una Corona de hierba (condecoración militar romana) alegando que "no hay mérito en vencer a unas gentes abandonadas por su propio Dios".[43

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